REACTIVAR LA CAFICULTURA SIGNIFICA PRESERVAR EL EMPLEO Y EL BOSQUE MÁS GRANDE DEL PAÌS

Juan Francisco De Sola, presidente de ABECAFE, hizo hincapié hoy, en la Entrevista Frente a Frente de TCS Noticias, sobre la necesidad de apostarle al proyecto “Café País” que han elaborado juntamente con el gobierno, el cual está enfocado en revivir el bosque cafetero que ofrece beneficios ambientales, pero también genera aproximadamente 150,000 empleos directos y sirve como un gancho para retener a los ciudadanos, con lo que se evita la migración a países como Estados Unidos.

A El Salvador le queda una cobertura de bosque que abarca el 11 % de su territorio, de eso el 8 % es plantación de café, según cifras oficiales. Su existencia permite la protección del recurso hídrico, la purificación del aire, preserva diversidad de especies de animales y otras vegetales, pero además genera miles de empleos que mueven la economía del país.

Los beneficios ambientales, económicos y sociales que brinda el bosque cafetero a El Salvador son importantes, a cambio no reciben “nada”, dice la Asociación de Beneficiarios y Exportadores de Café (Abecafé) y por eso urge que las autoridades giren su mirada a este sector y lo apoyen para que pueda mantenerse en pie.

Ricardo Esmahan, director ejecutivo de ABECAFE, dijo durante la entrevista que mientras el Estado eroga millones en subsidio  a un sector que contamina el ambiente como es el caso de los transportistas, a los caficultores que dan más beneficios como limpiar la contaminación de los buses, no les dan nada. “Estamos solos”, afirmó.

“Hay una tendencia a ver la caficultura en una taza de café y es mucho más que eso”,  expresó Esmahan al describir los variados beneficios que trae apostarle a este sector, el cual dijo enfrenta además de la falta de apoyo en el país, una competencia fuerte en el mercado y obviamente los precios bajos por quintal con los que no se alcanza a cubrir los costos de producción.

En la entrevista, el presidente de ABECAFE  dijo que parte de la discusión a tener es cómo van a atender financieramente al sector donde no todos están quebrados, pues algunos no tienen deuda pero requieren créditos blandos; otros necesitan un refinanciamiento, porque la renovación de una manzana de café es cara, ronda oscila entre $3,000 a $4,500. Pero hay otros que sus fincas ya no pueden producir café pero pueden ser utilizadas para otros proyectos o cultivos.

“La pandemia nos está obligando a producir lo nuestro”, dijo De Sola, por lo que insistió en que se enfoque hacia el problema financiero del sector caficultor e invitó al gobierno a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería, a representantes de la banca pública y privada a sentarse con las asociaciones de caficultores a platicar sobre el tema y encontrar una solución inmediata.

Esmahan enfatizó en la urgencia de reactivar la caficultura e intentar volver a las producciones de hace algunos años, pero eso requiere de una política pública como lo está haciendo Honduras, que ocupa el cuarto lugar en producción del grano a nivel mundial. Esto, dijo, incluye una institucionalidad fuerte y hacer a un lado cuestiones políticas e ideológicas.

Estos planteamientos y propuestas de salida son parte de los pilares del proyecto Café País, afirmaron ambos dirigentes de ABECAFE