Ing. Alfonso Escobar, presidente de PROLECHE: “Estamos trabajando por aumentar la calidad de nuestros lácteos”

Tecnificarse aún más para producir leche de mayor calidad y conquistar así nuevos mercados es la principal apuesta de los productores de leche de El Salvador, aseguró el presidente PROLECHE, ingeniero Alfonso Escobar.

En El Salvador hay aproximadamente 60,000 ganaderos que se dedican a la producción de leche, desde pequeños con apenas cuatro vacas hasta otros con unas 400 cabezas de ganado.

Estos producen aproximadamente 1.5 millones de botellas diarias de leche para el consumo local y aunque tienen la capacidad de suplir más de la demanda nacional, el aumento en la importación de lácteos, sobre todo de Nicaragua es el principal obstáculo.

De acuerdo a las cifras del BCR, el presidente de la Asociación de Productores de Leche, PROLECHE, ingeniero Alfonso Escobar, nos dice que en los últimos 19 meses del presente gobierno la importación de quesos subió un 33% (alrededor de 250,000 botellas de leche diarias) con respecto al promedio del último quinquenio 2014-1019 (que subió 9.11%).

“No nos explicamos cómo las importaciones de lácteos se fueron tan alto, normalmente en los años anteriores se había estado creciendo un 8 o 9% y resulta que solo en un año se creció un 33% y eso provoca una saturación del mercado y una baja en los precios”, explicó el dirigente gremial.

Aunque el precio de la botella bajó unos $0.15 centavos por botella, para aquellos ganaderos que entregan al mercado artesanal pasando de $0.45 a $0.30, debido al alto flujo de lácteos ingresando del exterior, la principal preocupación del presidente de PROLECHE, es el desplazamiento por precio que están sufriendo los productos nacionales.

Lo que ingresa de Nicaragua va en un 90% al mercado informal y no identifican su producto al consumidor final, lo que no permite al consumidor conocer la calidad real del producto de ese país, ni el responsable de esa calidad higiénica, lo que repercute en la salud de la población al no poder dar trazabilidad a los productos de mala calidad.

“Lo que quisiéramos como primera medida es que realmente se ordenara el mercado y así el consumidor podría decidir a quién comprar. Hay mucha gente que al consumir un lácteo se enferma y dice que es alérgico a estos productos y no, a lo que son alérgicos es la cantidad de contaminación que pueda tener ese lácteo y no lo saben, pero cuando ya hay una etiqueta, se le puede verificar y asegurar la calidad”, advirtió el ingeniero Escobar.

Además, la saturación del mercado hizo que muchos ganaderos tuvieran que sacrificar vacas o reinventarse porque no podían seguir con gastos de alimentación y de mano de obra.

Aunque ellos como sector han demandado un mayor control en lo que ingresa, sobre todo por el tema de salud, no han obtenido respuestas claras. “No se trata de parar la importación sino de ordenar el mercado, pero no hay voluntad de este gobierno por resolverlo, así que como sector debemos trabajar por mejorar la calidad de lo que producimos a nivel nacional y apostar por otros mercados”, dijo.

El presidente de la gremial de productores de leche asegura que el sector busca motivar a los procesadores industriales de lácteos a cautivar otros países para exportar. Actualmente del total que se produce a nivel nacional, solo un 30% se procesa de manera formal, y de lo procesado por la industria un 30% se exporta.

El ingeniero Escobar está consciente que en la búsqueda de nuevos mercados y productos de mas valor, las plantas procesadoras necesitan más leche de cada vez mejor calidad y para conseguir esto último se necesita una mayor tecnificación de los ganaderos que garantice que la producción de lácteos de mejor calidad.

“Formalizar el ganadero es un reto para el sector, y lograrlo dependerá de si hay demanda. Queremos abrir más mercados con productos de calidad que ya no sean de bajo valor de venta a nivel nacional e ir a otros países, con eso va haber demanda y por ende los ganaderos informales tendrán que formalizarse para entrar a ese nuevo mercado “, detalló el ingeniero Escobar.

Dentro de los esfuerzos que está haciendo PROLECHE está la capacitación a los productores a mejorar esa calidad de leche.

“Queremos ver cómo reinventamos la producción de leche porque si hacemos lo mismo y seguimos compitiendo con el producto que viene de Nicaragua no vamos a salir adelante. Estamos viendo como producir para otros mercados, capacitar al ganadero para que sea más eficiente y tenga menos costos “, explicó.

“Como PROLECHE estamos trabajando en un laboratorio para medir la calidad de leche para apoyar a los productores, eso ayuda a todos, ayuda al productor a tener más producción de leche por vaca, le ayuda en ahorro de medicinas, en menos descarte, a la industria le brinda un producto de mayor rendimiento, una leche sana, limpia que produce más queso por litro, la vida en anaqueles es mayor, el sabor del producto es mejor. Los productos de mayor calidad tienen más valor y el consumidor tiene un lácteo sano que lo nutre mejor”, añadió el presidente de PROLECHE.

Una industria que no se detiene

La Asociación de Productores de Leche, PROLECHE nació en marzo de 1975 y posee entre sus agremiados desde pequeños hasta grandes productores, así como cooperativas y asociaciones de ganaderos.

Además de la constante capacitación que ofrecen y que busca dinamizar la industria y hacerla crecer aumentando la exportación de lácteos, PROLECHE también apoyar al ganadero con la compra de insumos a un mejor precio.

“Nuestra principal finalidad es representar y defender los intereses de los productores de leche de El salvador fortaleciendo la competitividad del sector con el fin de contribuir al desarrollo económico de nuestro país y a la seguridad alimentaria”, explicó su presidente.

El ingeniero Escobar asegura que, si bien en 2020 tuvieron algunos problemas de movilidad durante los meses de mayor restricción, el sector no se detuvo ni un solo día

“Como actividad no podemos parar porque la comida siempre es necesaria y la actividad misma impide parar, no puede dejar de ordenar a las vacas o dejar de darles de comer, es un negocio de 365 días del año, 24 horas diarias”, acotó.

El cierre de mercados y pupuserías también les impactó en la baja en la demanda, pero la mayoría se las ingenió para mover el producto como fuese posible.

El presidente de PROLECHE instó a la población a dar preferencia no solo al consumo de productos nacionales sino además a aquellos que estén debidamente etiquetados, ya que eso garantiza conocer el responsable de la calidad del producto que van a consumir.  “Solo el que pone su nombre en un producto, responde por su producto”.