Apostar por la innovación y la transformación digital e impulsar la institucionalidad y la seguridad jurídica mediante reglas claras, estables y predecibles, son estrategias por las que deben apostar las empresas ante un entorno económico complicado para 2021, afirmó Waldo Jiménez, Gerente Económico de ANEP.
El Gerente Económico de ANEP, Waldo Jiménez, presentó el informe Cierre Económico 2020 que confirma que El Salvador enfrenta una recesión económica, un endeudamiento histórico y ha sido el más impactado en la región es perspectivas de crecimiento económico para 2020 y aspectos como pérdida de empleos, caída de las exportaciones y actividad económica.
Las empresas juegan un papel clave para la reactivación económica y hay estrategias que han funcionado en otros momentos de la historia y han permitido no solo resucitar economías, sino volverlas prósperas.
El experto hizo referencia a “Los locos años veinte”, el periodo más próspero de Estados Unidos de América, donde las tasas de desempleo fueron las más bajas de la historia. Se vivieron unos años de excelente bienestar y de gran optimismo. El país se convirtió en la locomotora de la economía mundial. El modelo de vida americano fue exportado por todo el mundo
Esto sucedió posterior a dos sucesos críticos. Entre 1914-1918 ocurrió la Primera Guerra Mundial y luego una pandemia que se llevó la vida de unos 40 millones de personas.
Sin embargo, los empresarios supieron sortear la crisis, a tal grado que entre 1922 y 1929 la economía estadounidense creció a un promedio de 4.9% anual
¿Cómo lo lograron? El ingeniero Jiménez explicó que Estados Unidos experimentó un proceso de cambio tecnológico solo comparable a lo que ocurre en este 2020.
“Hace cien años Estados Unidos vivió un proceso tecnológico que facilitó la producción de automóviles, teléfonos y electrodomésticos. Provocó que los empresarios realizaran innovaciones en la producción de este tipo de bienes y junto con la radio se produjeron bienes que no tenían los ciudadanos y apareció otra innovación, dar préstamos para facilitar que las familias pudieran adquirir este tipo de bienes”
Surgieron créditos fáciles, con ventas a plazo, mientras se impulsaban nuevos sectores como el químico, el quirúrgico, el automotriz y otros. Se establecieron nuevas formas de organización de trabajo que redujeron costos, y se exportaron los bienes producidos, lo que impulsó al país y transformó la economía.
Esto es un modelo que los empresarios salvadoreños pueden replicar, y la primera estrategia es apostar por la transformación digital que facilite la innovación, aumente la inversión y la generación de empleos.
“Son las empresas las que invierten, las que asumen los cambios tecnológicos y a partir de ellos, innovan y producen bienes y servicios que satisfacen las necesidades de la sociedad. Compiten entre ellas, generan empleo, pagan salarios, financian la formación profesional y pagan impuestos”
El experto asegura que estamos frente a una transformación tecnológica que está provocando muchas innovaciones, generando interrelaciones entre las personas y produciendo nuevas formas de hacer las cosas, contamos con una nueva tecnología digital como inteligencia artificial, blockchain, machine learning, 4G-5G, big data, biotecnología, internet de las cosas, realidad virtual y aumentada.
Esta tecnología está permitiendo a las empresas generar innovaciones como el comercio electrónico, el teletrabajo, la industrias 4.0, el fintech, las smart cities, telemedicina, electromovilidad y vehículos autónomos.
Las empresas salvadoreñas deben sumarse al nuevo desafío de la innovación, invertir en capacitación, involucrarse en nuevas plataformas digitales y más. “Sólo con empresas que impulsan la innovación será posible sortear las actuales crisis”, acotó.
“Nuestro reto fundamental es impulsar la transformación digital. Existe una moderna y amplia regulación digital que debe impulsarse, y comprometer a los candidatos a diputados con que aprobaran la regulación digital que impulse la transformación digital del país”, agregó.
Por otro lado, la actual crisis sanitaria ha provocado que a nivel global exsita una reconfiguración de las cadenas de producción a lugares más próximos a los lugares de consumo, lo cual se denomina como “nearshoring”. Los países de la región centroamericana pueden aprovechar esta oportunidad.
Centroamérica puede convertirse en un destino atractivo para el nearshoring debido a sus ventajas como, ubicación geográfica, población jóven y tratados comerciales vigentes. Según el BID, debe apostarse a sectores como el textil, conductores eléctricos y servicios basados en conocimiento.
Para lograr todo lo anterior es fundamental, advirtió Jiménez, invertir en educación, sobre todo en matemáticas y ciencias y en infraestructura, dando en concesión más espectro radioeléctrico para que haya más y mejor Internet, fomentar las ciudades inteligentes y la infraestructura básica y estratégica.
“La Institucionalidad, la seguridad jurídica, reglas claras, estables y predecibles, simplificar y reducir tramites, modernizar el Estado, tener finanzas publicas sostenibles, fortalecer la institucionalidad democrática y los entes reguladores y transparentar el uso de fondos públicos para evitar la corrupción”, son otras de las estrategias por las que hay que apostar, concluyó el gerente económico.
Finalmente, recomendó mantener la sanidad del sistema bancarios a efecto que las empresas puedan acceder a créditos con bajas tasas de interés a plazos largos.
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